Me revisé entera, por si tenía alguna herida grave, pero todo parecía estar en orde, aparte de algunos rasguños que escocían un poco y algunos moratones. Después de eso decidí explorar la playa.
Estube caminando toda la tarde (supongo que es por la tarde) sin encontrar nada interesante hasta que el sol, el hambre y la sed me agotaron, y caí rendida al suelo. Comencé a sollozar, sintiendo que la angustia se apoderaba de mi. <
> decía constantemente. Entonces a lo lejos divisé unas figuras oscuras y, al parecer cuadradas. Decidí, que con mis últimas fuerzas, iría a averiguar qué eran. Me sequé las lágrimas y me quité mi camiseta y mis pantalones empapados y rasgados, quedándome en bikini.
Entonces me acordé de Lucas. ¿Me estaría buscando? Alomejor ya había un equipo de rescate buscándome...
Eso me animó a seguir caminando.
Cuando llegué hasta donde había divisado los objetos, casi lloro de felicidad al identificarlos. ¡Eran maletas! Corrí hacia la que tenía más cerca y la abrí con manos temblorosas. Comencé a identificar lo que había dentro. Saqué un reloj de bolsillo de esos antiguos, un vestido antiguo también y una foto rota y con el cristal rasgado, en blanco y negro. Lo demás, supuse, se habría perdido en el mar. Me quedé flipada cuando leí la fecha que ponía detrás:
3/9/1910
¡Dios mío! ¡1910! Observé la foto.
En ella aparecía una niña de unos 6 años, preciosa y sonriente.
Lo más seguro es que estas maletas fueran de un barco que se había undido o algo así.
Fui revisando todas las maletas. En general todas contenían lo mismo (ropa, etc) pero algunas tenían cosas interesantes, que yo por supuesto, me las quedé por si acaso: una cantimplora, para disgusto mío vacía, un sombrero de paja, una brújula, una mochila enorme, unos prismáticos medio rotos pero que aun servían y una linterna de esas antiguas (recemos todos para que funcione).
Estaba contentísima de mi descubrimiento hasta que llegué a la última maleta.
En ella había otra cantinplora llena de agua (esta vez si que lloré de felicidad) otra brújula pero esta estaba rota y dos papeles doblados.
En uno había dibujado una especie de mapa de la isla, señalados los sitios donde había agua o comida, aunque había sitios en los que no sabía lo que ponía, pues habían caido gotas de agua y se había corrido la tinta.
En el otro había una carta que rezaba:
Espero que cuando encuentre alguien esto yo ya no esté aquí o esté muerto. Mi barco se hundió, llevándose a mi familia y yo acabé en esta isla...He podido descubrir que la isla está rodeada por unas fuertes olas, que impiden la entrada a barcos y también fuertes vientos que no dejan pasar avionetas. Sobre la isla también (no pude leer nada, una gota lo había fastidiado) En definitiva es imposible que te rescaten, tienes que salir por tus propios medios. Yo he decidido fabricar una balsa con troncos y salir de aquí una vez por todas. Lo más seguro es que muera, pero me da igual. Espero que sobrevivas, para ayudarte te dejo agua potable.
T. J.
Las lágrimas afloraron de mis ojos.
Esta carta había matado todas mis esperanzas. En mi cabeza solo resonaban estas palabras...
es imposible que te rescaten...fuertes olas...salir por tus propios medios...imposible....imposible....
Y ya no pude aguantar más. Alcé las manos al cielo.
-¿PORQUE YO?-grité-¿QUE HE HECHO PARA MERECER ESTO? ¿EH? ¡¡PORQUE!!
Me tapé la cara con las manos y comencé a llorar.
Pensé en Lucas
en mis padres
en mis amigas
en mis hermanas
en todo lo que había dejado atrás.
Llorando y llorando, me quedé dormida con una mueca amarga en mi rostro.
Amigaa, te felcito por el blog. Es genial!!
ResponderEliminarEspero de veras que publiques pronto, en este y en el de la parada.
Pasate por mis blogs, que en un rato subire entrada en ambos.
Cuidate y te quieroo!!!
Esta muy bueno, igual que el otro blog... te felicito, sigue subiendo capitulos!
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